lunes, 3 de septiembre de 2012

Capítulo 4. "Un día en clase"


Tengo un alumno sordo en clase

Tengo un alumno sordo en clase clases para sordos
En multitud de ocasiones han contactado conmigo profesores de niños o personas sordas, ¿cómo debo hablarles a los alumnos sordos, cómo debo comportarme mientras doy una clase? En este capítulo, te hago estar en la "piel" de una persona con discapacidad auditiva, recomiendo que veáis antes los demás capítulos del blog "Léeme los labios".

Durante años he soñado con poder demostrar a la sociedad cómo se vive un día en clase para una persona con discapacidad auditiva. Espero que sirva este capítulo para concienciar e informar tanto a docentes como al resto de personas. Aquí os dejo el cuarto capítulo, "Un día en clase". Os agradecería la mayor difusión posible a fin de concienciar al máximo este problema en las aulas con niños sordos por la dificultad que entraña leer los labios en clase.

Clases para sordos

Cómo leemos los labios los sordos o personas con discapacidad auditiva, es la enseñanza que pretende este blog llamado "Léeme los labios". El blog sigue una estructura, ordenado por capítulos, correspondientes a la explicación del proceso de lectura labial, de menor a mayor dificultad:

  • En el capítulo 1, abordaremos la lectura labial de la unidad más pequeña de la palabra, el fonema.
  • En el capítulo 2, explicaremos el mecanismo por el cual las personas con problemas de audición leen los labios de las palabras.
  • En el capítulo 3, haremos una disertación de los factores que influyen a la hora de leer los labios, tales como la distancia, etc.
  • En el capítulo 4. Recrearemos la situación en la cual, una chica con discapacidad auditiva, sigue una clase, leyendo los labios, haciendo hincapié en el aspecto psicológico, que puede explicar la alta tasa de abandono en los estudios, sobre todo, en la Universidad.




Alumno sordo en el aula


Espero que, tras visualizar el vídeo, os sirvan estas pautas (de Antonio Villalba Pérez y José A. Ferrández Mora) para la atención de alumnos sordos en clase:


  Comprenda que todas las pérdidas auditivas no son iguales. Pueden ser ligeras, medias, severas y profundas. Además, los diferentes tipos de pérdida producen efectos distintos en los niños. Infórmese sobre el problema de cada alumno y busque la mejor forma de ayudarle. 


  Proporcione al estudiante los medios para mejorar la comprensión (bucle magnético, dispositivos de frecuencia modulada) intérprete de lengua de signos y/o tomador de apuntes, dependiendo de la situación individual del estudiante. 


  No suponga que todos los sordos leen bien las palabras en los movimientos de los labios (lectura labiofacial). No todos los niños sordos dominan bien la lectura labiofacial, e incluso los más dotados pueden tener dificultades en comprender lo que se les dice si sólo pueden guiarse por el movimiento de los labios. Los que lo hacen bien captan sólo del 25 al 30% del mensaje emitido, aproximadamente.


  Utilice un tono de voz normal, hable claro y a ritmo moderado. Mire directamente al estudiante sordo mientras hable, siempre que sea posible. Intente mantener contacto visual con el estudiante y evite moverse deprisa por el aula. Cuando utilice la pizarra espere haber terminado para empezar a hablar, puesto que las palabras dirigidas directamente a la pizarra son inaudibles para el estudiante sordo. Intente no impedir la visión de sus labios con un libro o con cualquier otro objeto, mientras esté hablando.


  Haga sentar al estudiante en un sitio desde el que pueda ver bien al profesor, a los demás alumnos y a los medios audiovisuales cuando se utilicen. Permita que los estudiantes se cambien se sitio para que gocen siempre de buena visibilidad.


  Utilice tantas ayudas visuales como pueda. Proyector, películas transparencias, video, ilustraciones, fotocopias y la pizarra. No coloque nunca la información en una zona mal iluminada o delante de un foco de la luz.


  No espere que todos los sordos sean lectores excepcionales. Y no suponga que un estudiante sordo va a entender un concepto sólo con leerlo. La mayoría de niños sordos no leen tan bien como sus compañeros oyentes, y entregar material de lectura al niño sordo no garantizará que aprenda, al igual que no ocurriría con niños oyentes. De hecho, los estudiantes sordos tienen enormes dificultades de lectura a causa de su falta de dominio de la lengua, y de sus problemas con la estructura gramatical del idioma, escasez de vocabulario, etc.